Algunas precauciones y cuidados especiales para el bebé prematuro:
- El mejor alimento para el prematuro es la leche materna . Si necesita otro tipo de complemento alimentario, se lo indicará el profesional que lo controla.
- Asegurate de que el bebé y vos reciban todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación, así como todas las personas que conviven en la casa.
- Lo mejor es que el bebé duerma solo. Si comparte el cuarto, que tenga al menos una parte de la habitación dedicada para él, tranquila y alejada de la ropa, juguetes o pertenencias de los hermanos o del resto de la familia. Tampoco debe compartir la cama con otra persona, aunque sean sus padres o hermanos.
- En lo posible evitar los estímulos fuertes: que no haya ni ruidos ni luces intensas.
- La temperatura de la habitación donde está el bebé debe ser templada. Ni calurosa ni demasiado fresca. Es necesario ventilarla todos los días abriendo las ventanas, por más que haga frío.
- Al igual que con todos los recién nacidos, nadie debe fumar dentro de la casa donde está el bebé, aunque sea en otra habitación.
- Al principio, conviene restringir las visitas a pocas personas, dándoles prioridad a aquellos que puedan ayudar con las tareas de la casa o el cuidado de los hermanos. Que entre las visitas no haya personas con enfermedades infecciosas (resfrío, tos, etc.).
En los prematuros, los controles de salud serán más frecuentes, y deben ser realizados por un equipo de profesionales de la salud de distintas especialidades.
El objetivo de este seguimiento es acompañar a la familia en el proceso de crecimiento y desarrollo del bebé, y detectar en forma temprana las dificultades que podrían aparecer a fin de atenderlas oportunamente.